Sudamericano Sub 17. La Argentina empató con Paraguay y definirá su suerte ante Brasil
Los resultados no siempre reflejan las buenas intenciones. Lo sufre la
Argentina
en el campeonato
Sudamericano Sub 17
que se juega en Lima, Perú. La selección propone, intenta desarrollar un juego de sociedades, aunque la tabla de posiciones la tiene en una posición incómoda. Marcó el pulso del partido ante Paraguay, en la tercera fecha del Grupo B, pero debió contentarse con un empate 2-2. El sábado, desde las 21.30, frente al
scratch, definirá su suerte, aunque una combinación de resultados podría darle el pasaje al hexagonal final, clasificatorio para la Copa del Mundo, antes de saltar a la cancha.
Como si tuviera dos formaciones, la Argentina modificó nuevamente a nueve de sus futbolistas de un partido a otro. Lo hizo después de la derrota 3-0 con Uruguay, repitió la fórmula luego del éxito 2-1 sobre Colombia. Volvían a la alineación aquellos que se ofrecen como los mejores intérpretes de la idea que pregona el director técnico Pablo Aimar. Juan Sforza, Exequiel Zeballos, Matías Palacios son los apellidos distinguidos de esta camada de juveniles, aunque el desarrollo del proyecto, que incluye más de 30 partidos internacionales, no encuentre rédito en las estadísticas. No es una exclusividad de la selección no poder ejecutar lo que ensayó en la preparación y lo señaló el riocuartense Aimar, tras la única victoria que tiene el equipo en el recorrido. “Se va a ver poco fútbol y mucho juego directo. Se hace muy difícil tirar una pared, algo tan vistoso y tan lindo. Pos estas condiciones no creo que vayamos a ver cinco pases seguidos. Eso es lo que me pone un poco triste, porque hay mucho material, muy buenos jugadores. La manera en que se juega este Sudamericano no es la ideal, pero no sé si a alguien le interesa el juego”, fue el contundente mensaje.
Palacios anotó el 1-0
Los 13 goles que se convirtieron en la tercera jornada del Grupo A, destacándose el 5-3 de Venezuela sobre Bolivia -Ecuador superó 3-2 a Chile y es el líder de la zona-, fueron una sorpresa dentro de un certamen irregular. Paraguay fue efectivo, tomó las jugadas con pelota parada como argumento para lastimar -un viejo sello guaraní-, mientras que la Argentina siempre apeló al juego asociado, a la continuidad de pases, una receta que a los juveniles les cuesta cumplir debido al césped sintético corto, seco y demasiado engomado que presenta el estadio de la universidad de San Marcos.
Para la Argentina volver a sumar de a tres puntos era una necesidad, porque le restará un solo juego, frente a Brasil, para completar el fixture. Y así lo entendió. Avisó con esa definición defectuosa de Bruno Amione -no alcanzó a tomar de lleno el balón, tras un medio giro en el área-, que capturó el arquero Antonio González. El juego directo del que hablo Aimar marcó el pulso, entonces Rodrigo López, después de armar una acción individual por el sector derecho, disparó de zurda y provocó la estirada del guardavalla Rocco Ríos Novo.
Los errores se pagan a un precio elevado en el Sub 17, lo comprobó la selección en esos seis minutos de desconcierto en el debut con Uruguay, que le costaron dos goles. A los 11 minutos, un mal despeje del capitán paraguayo Wilder Viera hacia el centro del área fue capitalizado por Palacios; el juvenil de San Lorenzo tomó de aire el balón, que viajó junto al poste izquierdo de González. Mientras Palacios se enseñaba con peligrosidad -no llegó a conectar una pelota que peinó Sforza-, los guaraníes aprovecharon una duda de Ríos Novo y el quedo del zaguero Lomónaco para empatar, tras un córner, mediante el golpe de cabeza de Ulises González. Apenas por seis minutos la Argentina estuvo arriba en el resultado.
Amione, el 2-2 definitivo
Cada acción con pelota detenida arrastraba riesgo para la selección. Tomó la decisión de romper Río Novo, luego de una pelota que llegó llovida y frontal al área; el rebote lo recogió Rolando Ortiz, que estrelló el balón en el travesaño. El N°9 Diego Duarte anotaba en el rebote, aunque estaba en posición adelantada. Tampoco la fortuna le sonrío a la selección: Fabrizio Peralta lanzó un tiro libre que rozó en Franco Orozco -reemplazó a Zeballos, lesionado- y la pelota se coló junto al poste izquierdo. Esa suerte no acompañó a los juveniles en el reinicio, cuando Orozco remató apenas desviado, en el cabezazo de Amione que se estrelló en el travesaño o en la estupenda reacción de González para rebotar un fortísimo disparo, de media distancia, de Ayala. Tampoco cuando el arquero rival se equivocó, la Argentina encontró un guiño cómplice del destino.
Con Matías Godoy y Luciano Ferreyra el DT Aimar intentó refrescar el ataque argentino, que era intenso pero carecía de efectividad. El cansancio y el nerviosismo empezaron a pesar y se traducía en pases erráticos en mitad de cancha, con el equipo volcado en ofensiva; la expulsión por doble amonestación del lateral Benítez, empinaron un poco más la cuesta. Martilló la Argentina con los desbordes de Santiago Simón, Sforza lo buscó desde fuera del área y Godoy elevó el remate desde buena posición.
Parecía imposible. Pero la Argentina no se rindió, a riesgo de quedar desbalanceada. Y con la fórmula de Paraguay marcó el empate: tiro libre que ejecutó Ferreyra y definición de Amione. Un resultado que le brindará el sábado, ante Brasil, la posibilidad de apoderarse de una de las tres plazas para jugar el hexagonal final, clasificatorio para la Copa del Mundo que se disputará en noviembre.
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