Hay en marcha jugadas inéditas para la política neuquina
Lo que se está fraguando en la trastienda política capitalina en Neuquén es muy potente, aun en estado larval, y puede producir un comportamiento muy original del tablero de piezas tradicionales, y derivar esto en una competencia por la intendencia más importante de la provincia con características inéditas.
El vértice de la espiral movediza que todavía no fragua a estas horas, pero que se prepara a modo de ensayo subterráneo, está en la implosión que sacudió a Cambiemos. Tras el flojo desempeño electoral del último 10 de marzo, lo que se había quebrado antes estalló en mil pedazos. Aunque no se habla, en el ambiente se sugiere que lo que se rompió no volverá a unirse, y que cada fragmento buscará por su lado dónde ubicarse y con quién o quiénes unirse.
Horacio Quiroga, aseguran, dijo basta a las intrigas de palacio que sacudieron el último tramo de su campaña. La revancha del intendente vendrá por el lado de las municipales. De ese empeño enojado, pero siempre lúcido, se insiste en que saldrá a escena una posibilidad de nueva coalición que el intendente impulsaría.
Ya no hay en el tablero capitalino divisiones por partido político. La coyuntura mezcla todo en una coctelera de la que saldrá algún compuesto en función de los intereses y las posibilidades concretas. Todo se dirimirá en función de una elección que el Poder, el establishment, busca hacer antes de que lo haga la propia gente: ¿conviene que la capital sea gobernada por el MPN, o por el contrario, por otra fuerza, que, no obstante, no confronte totalmente con el gobierno provincial, bajo juramento de no pisarse mutuamente los callos?
Los encuentros entre referentes principalísimos de la política neuquina se han sucedido después del 10 a esta fecha, y seguirán por lo menos por una semana más. Si las jugadas se completan, es posible que haya anuncio de fecha de elecciones. Se sugiere, en medio del hermetismo formal y público, que habrá en esos comicios una colección de colectoras. El sistema es el apropiado para saltear las limitaciones de los partidos políticos y sus posibilidades concretas de representación, siempre acotadas.
El candidato a intendente que venga, en los tres (no más) sectores variopintos que competirán de verdad por el sillón más importante de la ciudad, jugará con el damero del Deliberante sus posibilidades frentistas, a las que se verá obligado para sumar posibilidades concretas de triunfo.
Horas de definición están prontas. Será revelador este momento de la política neuquina.
Rubén Boggi